-¿Y vas a ir a la playa?
-Así es. Mañana me voy y regreso el domingo, como Pablo.
-Genial –suspiró-. ¿Me vas a traer algo?
-¿Qué quieres que te traiga, Isabela?
-No lo sé… Arena en un frasquito –me reí un poco por su petición.
-De acuerdo, te traeré arena en un frasquito.
-¿Sabías que odio este programa? –dijo de repente, refiriéndose a Los Hechiceros de Waverly Place.
-¿Entonces por qué lo miras? –a mí tampoco me gustaba mucho, pero supuse que ella, por ser pequeña, amaría todo lo de Disney.
-Porque no hay nada más que ver –claro, la resolución más fácil.
Continuamos con una conversación sin sentido y fue hora del almuerzo. Mi tía y yo salimos a comer pizza y nos llevamos a Isabela con nosotras. Su madre no quería dejarla ir, pero Pablo y su padre, por medio del teléfono, la convencieron.
-¡Esto sí que amo! –exclamó-. Queso, queso, queso y más queso –y le pegó un gran mordisco a su trozo de comida italiana.
-Lo sé, es delicioso –comentó mi tía-. Entonces, Regina, ¿quiénes van a ir a la playa, exactamente? Ya sé que ya cuentas con el permiso de tu madre, pero me gustaría saber.
-Fernanda, Pablo, Julio, Luis, Andrea, Guillermo, Bea y Daniela. No estoy segura de si olvido a alguien…
-Muy bien –se encogió de hombros.
-Vas a pasar un fin de semana completito con Pablo –intervino Isabela, y yo fingí muy bien.
-Así es, pero también con sus amigos y dos de mis mejores amigas.
-Pero también con Pablo –quería callar a Isabela de una vez.
-¿Te gusta? –inquirió mi tía.
-¡Tía!
-Vamos, no es nada del otro mundo. No importa, de todas formas. Además es un buen chico.
-Gracias –dije forzadamente. Vaya niña era Isabela. Y pensar que todos creían que era muy inocente.
Regresamos a casa para que la madre de Isabela no estuviera más preocupada. Abrió la puerta y nos invitó a entrar.
-¿La pasaste bien?
-La pasé increíble, mami –sonrió.
-Hola, Regs. ¿Lista para mañana? –bajó Pablo del piso de arriba.
-Listísima. Tengo la maleta hecha desde hace un par de días.
-Yo todavía no, creo que lo haré mañana –su madre lo fulminó con la mirada-. Recuerda llevar poco equipaje, Regina. Espera… eso es imposible, nunca lo lograrías –molestó. Llegó hasta mí y me abrazó. Sentí cómo me derretía en sus brazos. Luego saludó a mi tía y le dijo-: vamos a salir mañana a las nueve de la mañana. Nos llevará el hermano mayor de Luis, que tiene diecinueve años.
-De acuerdo, gracias, Pablo –sonrió ella.
-¿Vamos a dar una vuelta? –me dijo Pablo, mostrando las llaves del auto de su madre. Su mamá sólo sacudió la cabeza y yo volteé a ver a mi tía.
-¿Puedo? –le pregunté.
-Sólo una hora.
Pablo me tomó de la mano y abrió la puerta de un tirón. Corrimos hacia el Mazda y yo apenas me pude despedir de todas.
-Aprovechemos esta hora –propuso.
Arrancó de inmediato y a velocidad media salió a la calle, pero cuando estuvo lejos de la mirada de su madre presionó el pedal.
-Entonces, ¿a dónde vamos? –pregunté.
-A casa de Andrea.
-Ah –al parecer no oculté mi decepción.
-¿Qué pasa? ¿Celosa? –rió.
-Claro que no.
-Por favor, Andrea es sólo mi mejor amiga.
-Pero no es nada fea… -dije recelosa.
-Cierto. Pero tú eres mejor, y por mucho –volteó a verme y me sonrió.
-¿Has tenido novia, Pablo? –cada día me volvía más y más atrevida, lo cual no era del todo bueno. Pero es que la curiosidad me mataba, y siempre se me olvidaba preguntárselo a las chicas.
-Sí.
-De acuerdo… ¿No vas a decirme cuántas o quiénes?
-No preguntaste eso. Pero ya que quieres saber, te digo. He tenido dos, a los trece y a los quince -cuando dijo quince me quedé estupefacta. Significaba que apenas el año pasado había estado con alguien-. A los trece fue Melisa, una chica que no conoces y que no está en el colegio. A los quince fue Luisa, pero ella se mudó y por eso tuvimos que terminar. Estuve mucho tiempo con ella… se fue unos tres o cuatro meses antes de que te mudaras aquí.
-Lo siento –susurré.
-Gracias, de todos modos estoy muy bien. ¿Y tú has tenido novio?
De nuevo me atacó el mismo pánico que me había entrado cuando tiempo atrás Rodrigo me preguntó eso. ¿Qué le iba a responder a Pablo?
-También dos –lo cual era más o menos cierto-. Pero nada importante, lastimosamente. Me avergüenza admitirlo, a decir verdad.
-Tranquila, no pasa nada –me consoló-. Oye, tengo una idea mejor. Vamos al parque y te tomo fotografías.
-Sí, claro, y me muero de vergüenza. No sería bueno que me mataras, a mi tía no le gustaría.
-No morirás. Yo no dejaría que eso pasara.
-De acuerdo, pero no quiero. Vamos a donde Andrea o no vamos a ninguna parte.
-Muy bien, vamos para allá entonces.
La corta hora se pasó como si hubieran sido apenas cinco minutos. La casa de Andrea era muy bonita, aunque algo pequeña. También estaban otros amigos del grupo de Pablo. Reímos, hablamos y la pasamos muy bien, pero era hora que Pablo me regresara. Nos despedimos y entré a casa.
La tarde y la noche pasaron con velocidad y llegó el afamado viernes. Salimos a las diez, no a las nueves como habían dicho. Pero no me importaba eso. Íbamos en una camioneta muy grande, algo apretados pero divertidos. La casa de playa de Luis era enorme y hermosa. El mar lo era todavía más, por supuesto.
Anduvimos en moto una hora antes del almuerzo. Entramos a la refrescante casa y almorzamos pescado frito, el cual estaba exquisito. Después, en la tarde, nos metimos en la piscina y nos asoleamos. Llegó la noche y caminamos por la playa.
-Pensar que dentro de tres días estaremos en el colegio de nuevo –se lamentó Julio.
-¡Cállate de una vez! –Le alegó Pablo-. Hay que disfrutar el ahora –imitó al profesor de filosofía.
-Es que no puedo sacarme de la cabeza que no terminé el proyecto que es para el martes, y me falta muchísimo.
-Eso por torpe –agregó Andrea-. Lo hubieras hecho hace días, como yo.
-¿Proyecto? ¿Cuál proyecto? –pregunté alarmada.
-Vaya, esta chica está peor que yo –se extrañó Julio.
-El de biología. ¡No digas que no te dije, Regina!
-Espera… ¿El de los átomos? Ah, pues ese lo terminé hace varios días, Bea, tranquila.
-¡Gracias al cielo! En verdad estaba sorprendida al pensar que eras más despistada que Julio, Regs –rió Fernanda.
-Oigan, ¿por qué no vino Susana? –intervino Dani.
-Se enfermó, de gripe, ¿no?
-Sí, gripe. Pobre, en verdad quería venir.
-Ya podrá venir otro día –aseguró Luis-. No soy tan egoísta, saben que esta casa está abierta todo el tiempo. Hemos venido unas… unas siete veces este año, ¿no?
-Creo que han sido más… -dijo Pablo.
Y la conversación se alargó por horas.
Era más o menos la una de la mañana, pero seguíamos despiertos. Teníamos ganas de ver una película pero no nos decidíamos por ninguna. Eso no me molestaba para nada. Yo me encontraba muy a gusto con tantos amigos de verdad. Entonces vi que Pablo salía de la habitación y decidí seguirlo.
-¿A dónde vas? –me interesé.
-A traer un suéter, me está dando frío –respondió. Dio un gran bostezo y luego agregó-: ¿sabes con qué se me quitaría el frío más rápido?
-No, ¿con qué?
-Con un fuerte abrazo.
-Sí, tienes razón –fingí no entender que era lo que pedía.
-Prometiste darme uno en la playa, por si no te acuerdas –abrió los brazos lo más que pudo.
-Cierto, pero no te dije cuándo ni qué día.
-Por favor –rogó.
-Pero uno pequeñito –dije sin poder contenerme.
El abrazo “pequeñito” fue un abrazo largo y delicioso, al menos para mí. Me preguntaba cómo haría él para poder oler siempre de esa forma tan agradable.
-Gracias –dijo él, y me dio un suave beso en la mejilla. Nunca me había hecho un gesto como ese.
-No hay de qué… -fue lo único que pude responder.
Regresamos al cuarto donde estaban todos y comenzaron a molestarnos, pero les explicamos que sólo habíamos ido por un suéter.
-Si ustedes lo dicen –contestó sarcásticamente Julio.
A la mañana siguiente, o mejor dicho unas horas más tarde, encontré un papelito sobre mi maleta.
“Ve a la cocina y desayuna leche y galletas”.¿Qué era eso? Fui a la cocina como mandaba el papel y busqué por todas partes la leche y las galletas. Fue en un pequeño armario que encontré una margarita y otro papel.
“Así y más hermosa eres tú. Llévate la flor, pues es tuya. Ahora dirígete a laLlegué a la piscina y un paquetito azul llamó mi atención. Adentro había tres chocolates deliciosos, y otro papel.
piscina”.
“Disfrútalos, Sunny Daze. Ahora ve a la playa y lee el mensaje escrito en la
arena”.
Todo esto estaba siendo muy divertido y emocionante. Me preguntaba dónde estarían todos escondidos, pues no encontraba a nadie por ningún lado. Pablo había sido muy especial y mi corazón saltaba como loco.
“¿Verías una película conmigo, esta noche?”, firmado por C. B., era lo que estaba en la arena.
A lo lejos vi al grupo reunido conversando, gritando y bromeando. Pablo me observaba. Se levantó y caminó hacia mí.
-¿Qué dices? ¿Estás dispuesta a pasar dos horas a mi lado frente a la tele?
-Por supuesto que sí, Care Bear –me sonrojé.
-Qué linda, estás como un tomate –me besó la frente.
-Dime cómo quieres que no esté así –reí nerviosamente.
-Te quiero –susurró. Por primera vez Pablo lo había dejado así de claro frente a frente. Cosas asombrosas de verdad estaban pasando ese fin de semana. ¿Qué me iba a importar que el lunes comenzáramos clases de nuevo y que el martes teníamos la entrega de un proyecto? La estaba pasando increíble.
El día estuvo fantástico. El sol brillaba y ahora sí lo encontraba hermoso, no como cuando solía considerarlo un horrible tormento. Sentía cómo la alegría llenaba mi pecho y revolvía mi estómago. Bea y Dani estaban sorprendidas de lo feliz que me encontraba, y sabían de sobra que no era por lo refrescante del agua de la piscina.
Llegó la noche y todos, “por pura casualidad”, prefirieron caminar por la playa largo rato como la noche anterior. Todos menos Pablo y yo, claro. Él había ordenado la sala de estar y acomodado el sofá.
-¿Qué vamos a ver? –salté.
-Ya verás.
Y me quedé boquiabierta cuando “Perdona si te llamo amor” comenzó.
-Es una de mis películas favoritas, y es extranjera –sonreí.
-Lo sé. Y yo sé que amas las extranjeras. Además, hace exactamente cinco semanas hablábamos de libros y me decías que estabas releyendo por cuarta vez el que inspiró esta película.
-Pones mucha atención a lo que digo –me sorprendí.
-Así es, no me pierdo nada de lo que dices –sonrió. Se sentó a la par mía y me ofreció algo de beber. Había llevado limonada muy fría, algo raro porque en esa casa sólo había visto latas de Coca Cola.
La película continuaba y apenas había llegado la parte donde la protagonista surfeaba y el protagonista la observaba. Pablo acercó su mano a la mía y me miró.
-Eres bonita –acercó un poco su cara a la mía. Sus ojos eran aun más hermosos de cerca-. Siempre fuiste hermosa.
-Gra… gracias –pude decir. Entonces puso su otra mano blanca y fría sobre mi mejilla, exhaló un poco de aire en un suspiro y yo aspiré su delicioso aroma. Mi corazón se movía a mil por hora. Sentía que no podía respirar, que me daría un ataque cardíaco de un momento a otro. Nunca antes me había sentido así antes de dar un beso, porque sospechaba que eso era lo que venía.
Entonces comenzó a alejarse, y yo apoyé mi cara en su mano. No dejábamos de vernos. Nuestros ojos llegaban hasta lo más profundo que se podía. Nuestras respiraciones eran rítmicas; profundas y lentas, tratando de equilibrar nuestros corazones acelerados. Miraba a Pablo y lo único que miraba era la perfección. Jamás había sentido algo así por alguien, tal vez porque este amor que sentía hacia ese chico tan especial había comenzado en una verdadera amistad y confianza, avanzando despacio, sí, pero seguro. Había encontrado el verdadero amor, aquel que es desinteresado, real, incomparable…
-Te quiero –le susurré. No me atreví a decirle que lo amaba, pero no porque no fuera así.
-No sabes lo que yo te quiero –afirmó él-. Estoy enamorado de ti. Totalmente enamorado, estoy seguro. Quiero estar contigo a cada minuto, Regina, y por eso me esfuerzo tanto en llamarte y salir a todas partes. Te amo –sonrió.
Entonces no pude evitarlo, me acerqué a él y lo abracé. Lo abracé tan fuertemente como se puede abrazar a alguien. No me atrevía a soltarlo; no podía soltarlo. Tal vez él no entendía que era lo que todo esto significaba para mí. Antes de llegar a ese lugar, me sentía alguien que no era. Al llegar ahí, me di cuenta que toda mi vida había sido una decepción. Sentía que nadie me quería de verdad, me daba cuenta que nadie me amaba y nunca hubo alguien que lo hizo, a excepción de mi familia. Pablo me hacía sentir especial, perfecta de verdad, y, aunque en el fondo sabía que tal vez no era así, al estar con él esos pensamientos negativos desaparecían. Él me hacía sentir alguien.
En el abrazo mi corazón continuaba saltando como loco, y podía sentir que el de él también. Me apretó contra su pecho, como impidiendo que otra fuerza me separara. Luego me miró a la cara, y sus labios se juntaron con los míos. Se movían sincronizadamente en un beso muy dulce. Ninguno de los dos quería que terminara, pero a pesar de eso nos separamos, aun sin abrir los ojos. Podía sentir su respiración de nuevo en mi boca, y su perfecta nariz tocaba la mía, así como mi frente con su frente. Sus manos sujetaban mi cara también de una forma muy dulce. En ese momento dirigió su boca hacia mi mejilla izquierda y me dio un pequeño beso. Después fue cuando abrimos los ojos, los dos contemplándonos como si fuéramos lo último que quedaba en la tierra. No pude evitar reírme un poco, y lo mismo hizo él.
-Yo también te amo –salió la frase de mi boca-. Y no eres tú el que no me merece, soy yo quien no debería tenerte. Eres demasiado bueno y maravilloso. Yo no lo soy.
-Sí lo eres –dijo él-. Lo eres para mis ojos. Y si alguien no puede verlo, es porque está ciego –y luego besó mi mejilla otra vez-. Además, te dije que no salía con gente mala. Pues tampoco beso a chicas que no sean maravillosas –sonrió.
Estuvimos un pequeño momento admirándonos con la mirada como ya lo habíamos hecho, y luego nos acomodamos en el sofá, él con un brazo por encima del mío, y yo con mi cabeza apoyada en su cuerpo. Jugamos con nuestras manos un momento, y aunque teníamos la vista puesta en la televisión con bajo volumen, no poníamos atención a lo que estaba en la pantalla, pues nuestros pensamientos estaban todavía en aquel beso tan magnífico, insuperable.
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HOPE YOU LIKE IT!!!! :D El momento taaaaaaaaaan esperado (al menos por mí!!) Si puedo, pues les publico el cap 18 mañana!! :D Recuerden comentar (:
Entonces... les pareció el capítulo playerooo? Era lo que esperaban? Supongo que sí, o me equivoco? XD Ya era hora, no es verdad? Wow, muchas preguntas.
Nuevos blogs a la par! Y YA CASI CUARENTA SEGUIDOREEEEES.
NOTA: le agregué más al sueño de Regina del cap anterior! Y también corregí algunas cositas pero cosas gramaticales, nada del otro mundo :P
Recuerden que los comentarios los modero, por eso no los ven publicados inmediatamente :D es para que no se asusten y vuelvan a escribir todo creyendo que no se publicó bien ^^
*Voten por mis blogs en laesquinadetucalle.blogspot.com y blogguersawards.blogspot.com!!! *
14 comentarios:
AHHHHH!!! no pude dejar de sonreir todo el capitulo
simplemente PERFECTO♥ amo a pablo, quiero un chico asi de hermoso♥ haha amee el capitulo!! esperare el proximo con ansias :D
wow la primera
nunk e sido la primera bueno
nadamas para decirte que escribes muy bien y amo tu blog
sige asi!!!
XOXO
YOUR FRIEND GOSSIP GIRL
JAJAJAJA
BSSOS,BYE
ahh me encanto el capitulo
lo ame porfa publica el 18
mañana
sigue asi me encanta como
escribes
te felicito ;D
xoxo
aww*-*
dioos andreaa me mataaas encerioo!!*_*
me encantoo!! ess awww*-*(LL)
LOO AMEE(L) lo amoo ii lo amare(:
dioos por fin se besaron!!*.*
ii ii aww*-*
quee romantico es pablo*-*(L)
taan bello(LL)
dioos estee cap es insuperable*-*(L)
cuidatee encerioo!!
esperoo que puedas publicar pronto!
bss; Vaal<3
es PERFECTO.
En verdad me estaba muriendo por este momento.
Espero que no por esto crean que ya son novios, quisiera ver como Pablo le pide a Regina que sean novios :D
hayyyyy!
me encantó el capitulo....
publica mañana si????
jeje
sería un buen regalo de cumpleaños... (mañana es el miop =P)
jeje
si no puedes no hay problema...
P.D.: (me encantó el capitulo... ya esperabe que se besaran hace mucho.....)
hola! jejeje! aun no he terminado de leer todos los capitulos, pero lo hare! jajaja! mientras me salte a este, ups! y me encanto, jejeje se dieron beso! que romanticon!
suerte y sigue escribiendo!
jajajaja
Estubo muy bueno el capitulo para que...
No puede comentar antes por que me fui a la playa con mi enamorada una semana y no se que mierda le paso a mi blog que a desaparecido.
Me gusta mucho tu playlist.
Me bajare todas las canciones y esperare el siguiente capitulo.
Te dije que escribes mas que muy bien?
Si no lo dije antes, lo digo ahora...
Quiero leer del personaje que lleba mi nombre :)
Bueno niña, nos estamos posteando, bloggeando o como se diga ya que me he quedado un poco con las ganas de leer el capitulo 18
me mueroooooooooooooooo
omg !! XD
q hermoso me super encanto el cap
esta perfecto
me encanto la parte de los papelitos estaba superr
q divno pablo es hermoso
lo amoooo
siiiii
ese momento lo e estado esperando hac como una semana
aunq pareciera como fueran mesesss!!!
lo amooo ♥♥
es tan divino ♥Pablo♥
me encanto el cappp
pliss renuva pronto
sigue asii
Bye
XOXO
omg!!!!
que hermoso cap!!!
y pablo tan divino!!
que lindo!!!!
mori cuando se besaron!
grite internamente te juro!!!!
awww!!!
publica el siguiente cap pronto plis!!!
Ya me lei toda la novela. ¿Que dijo novela? ¡Esto parece libro! Es hermoso, enserio.
Estoy llorando de la emocion.
De echo por leer no puse atencion a los grammys u.u (Gano taylor dos premios ^.- [como albun del año y mejor cd]) Pero bueno soy feliz por que lei una maravillosa historia.
Espero que la sigas la novela, esta hermosa. Espero el capitulo.
BYE pasate (aunque no es tan buena como la tuya, cielos! ya me dio envidia >.<.....xD)
Me encanto! Simplemente lo Ame!
Creo qe me enamore de Pablo...:| xD
Es taaaaaaaaaan lindo!
Si, era lo qe esperaba de la playa...jaja..xD
Subi pronto!
Besitoos! Tk ♥.
mueroooooo... *.*... este cap fue el mejooooor... lo amoooo... *.*... andreee te la comieste con este cap... fue lo max...
amooo tuu bloog subee prontoo me encantoo el caap. casii me mueroo cuandoo se besaroon .. jeje .. bss
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