Melinda Haynes dijo:

"Forget all the rules. Forget about being published. Write for yourself and celebrate writing".


Seguiré el consejo de Melinda Haynes.

31 de marzo de 2010

9

CAPÍTULO VEINTITRÉS. Fin de semana.

-¿Regina? ¡Despierta! Nos vamos en dos horas y estoy preparando un gran desayuno que quiero que comas entero.

Eran las siete de la mañana. Me sentía descansada y muy feliz, todavía recordaba la noche anterior cuando bailaba con Pablo. Cuando terminamos nuestra danza con música que sonaba sólo en nuestras cabezas y corazones, tomó un mechón de mi pelo colocándolo tras la oreja para verme mejor. Después sostuvo mi mano e introdujo en mi dedo anular izquierdo un pequeño anillo hecho de papel con un corazón en medio.

-Feliz mes –me sonrió.
-¡Es hermoso! –reí sin mentir; estaba muy bien elaborado-. ¿Tú lo hiciste?
-Sí, busqué tutoriales para poder hacerlo –se encogió de hombros.
-Me encanta –y nos abrazamos.

Fue una tarde y noche preciosas sin duda alguna.

-Hola, tía, gracias por despertarme –respondí al saludo de mi familiar mientras me estiraba. Ella abrió mis cortinas y la luz radiante del sol me pegó de lleno en la cara.
-Hola, ¿dormiste bien?
-Muy, muy bien. ¿Tú?
-Igual –salió de mi cuarto diciendo adiós y yo me metí a la ducha.

Veinte minutos después, ya bañada y con crema humectante por todo el cuerpo, buscaba en mi clóset qué ropa ponerme. Encontré una blusa floreada y un top flojo blanco que iría encima. Me puse unos pantalones de mezclilla gastados y unas sandalias que cubrían mis tobillos. Luego conecté la secadora y peiné mi cabello, pero no tenía intención de dejarlo perfecto así que no tardé demasiado. Era hora de los accesorios y el maquillaje, pero mi estómago rogaba por alimentos así que bajé a desayunar.

-¿Ya está todo, tía? ¿Te ayudo? –antes yo nunca me ofrecía a ayudar… Vaya que había cambiado.
-Pon los platos en la mesa, yo llevo lo demás.

De verdad fue un gran desayuno: derretidos de queso, fruta fresca, cubiletes, leche y cereal, jugo de naranja.

-¿Me quieres engordar? –le pregunté seriamente.
-No es mala idea –respondió echándome un vistazo.
-Estoy gorda, no lo niegues.
-¿Bromeas? Creo que podríamos saber cuántos huesos tienes… ¿Los contamos?
-¡Qué exagerada! Los huesos no se me ven, tampoco soy desnutrida –y la conversación se alargó.

-Hola, Papo –lo saludé cuando salimos de la casa listas para irnos.
-Mi linda –respondió él y recibí su acostumbrado beso en la frente.
-¡Mi bolso! –gritó mi tía y regresó a abrir la casa-. Regina, revisa si JellyYogurt tiene suficiente comida.
-Sí, tiene mucha.
-Ni siquiera te has acercado. Ve a revisar.

Me encaminé a la casita del Golden a chequear su plato.

-¿Ves? Te dije que estaba lleno… ¡Hola, Bea! ¡Hola, Dani! ¡Hola, Mariano! ¡Inés! –me alegré.
Entre todos nos saludamos y subimos a la camioneta recién comprada de mi tía.
-¿Qué tal estuvo Panamá?
-¡Divino! Ni se imaginan. Les traje recuerdos a todos, se los daré el lunes –contestó nuestra amiga.
-Hoy hablaremos sobre el correo –le susurré, y ella asintió con una pequeña sonrisa.

El viaje fue lleno de risas y bromas. Una hora y veinticinco minutos después de haber salido de la casa llegamos al fin a mi casa en la ciudad.

-¡Mamá! –exclamé.
-¡Hola! –me abrazó-. ¿Cómo has estado? ¡Hola, chicos, Ana!
-Bien… -fue mi respuesta, pero ya se había ido a saludar a los demás.
-Regina –escuché una voz.
-Dios, qué alta estás, Sofía –me asombré-. Cuando te dejé eras una enana –nos abrazamos.
-De enana nada, siempre he sido alta –se defendió. Mis amigos la saludaron y ella, penosa, los recibió.
-¿Ya conocías a Pablo? –le pregunté.
-No, sólo oí de él.
-Pues entonces te lo presento.
-Hola –dijo alegremente mi novio-. ¿Qué tal?
-Bien, gracias –continuó mi hermana. Luego se dirigió a mí y en secreto me confesó-: qué guapo es. ¿Es tu novio?
-Sí, es muy guapo, ¿no? Y sí, es mi novio. ¿Lo apruebas?
-Sólo viéndolo… ¡Por completo! –reímos. Era genial que ya nos llevábamos un poco mejor con Sofía.

Salimos a Fontabella y después fuimos a alquilar películas. Rogué que me dejaran llevar Rosso come il cielo, una película italiana que, aunque nadie me la había recomendado, por el simple hecho de ser extranjera tenía que ser vista por mí. Pero los demás querían otras, en especial Mariano, que siempre se ponía en mi contra para molestarme.

-¿Esta cosa italiana? “En el estilo de Los Coristas (…)”. ¡Regina! ¿Has visto Los Coristas?
-Sí, y me encanta. Les Choristes, en francés.
-Uy, perdón –se burló Mariano.
-No eres tan abusivo enfrente de Ceci –le dije en silencio para que Inés no me escuchara-. Por cierto, ¿no se molestó en que vinieras conmigo?
-La invité, pero no podía venir. Me dijo que no importaba.
-Ya veo. Entonces, nos llevamos esta –afirmé cogiéndola de sus manos.
-De acuerdo, pero yo escojo otra.
-Como quieras… -ni me enteré de cuál llevó él. De todos modos, era mi casa y mi televisor.



-¿Te gustó el día?
-Por supuesto que sí, la pasé contigo –era hora de despedirnos. Pablo y Mariano se regresarían con mi tía y las chicas y yo nos quedaríamos en casa para una pijamada.
-¿Te gusto la película?
-Me costó seguirla gracias a Mariano que no se callaba, pero sí, me gustó.
-Te dije que las películas fuera de los Estados Unidos son mejores.
-Eso es subjetivo –se encogió de hombros.
-Te amo –sonreí graciosamente.
-Yo a ti –rió él. Juntamos nuestras narices y frentes dulcemente-. Justo ahora es cuando las maripositas aparecen, ¿no?
-Lo sé, son malvadas.
-Te veo mañana –prometió separándose.
-De acuerdo, nos llamamos, sino. ¡Adiós!
-Adiós, mi linda.

Me despedí de tía Ana y Mariano y después los tres se subieron a la camioneta y partieron.

-Bueno, chicas, ¡al fin solas! –bromeó Bea.
-Que la pijamada empiece –bailoteó Dani.

Subimos a mi cuarto a preparar dónde dormiríamos. Eran ya las diez de la noche así que decidimos cambiarnos y quitarnos de encima lo que no necesitábamos. Después nos sentamos en círculo y abrimos el diario de las DIMBRIM.

-Antes que nada, brindemos por las DIMBRIM que no están presentes –dijo solemne Inés, tomando un vaso de agua y elevándolo.

-¡Por ellas! –exclamé. Inés se empinó el vaso y, ante la perplejidad de todas, se lo acabó rápidamente.
-¿Tenías sed? –preguntó sarcásticamente Dani.
-¡Un poco!
-“Pijamada en casa de Regina” –escribió Dani después-. Muy bien, ¿ahora qué escribo?
-Presta –le pedí. Comencé a apuntar algunas de las cosas que habíamos hecho en el día-. ¡Listo! Ahora… -miré a Inés de soslayo.
-Es hora de hablar, supongo –admitió-. Creo que era algo que ya me esperaba, chicas. Él estaba más que enamorado de Cecilia.
-De todos modos duele, Inés, nadie piensa lo contrario –la consoló Bea.
-Lo sé. ¿Él sabe algo? –me preguntó.
-¿Sobre ti? Nada, y yo me encargaré que así se quede.
-Gracias –suspiró.
-¿Será que va en serio? –se interesó Daniela.
-Supongo –se encogió de hombros Bea-. Se ven todos los días y siempre están sonriendo.
-Pero apenas empiezan…
-Mira a Pablo y Regina, mírate a ti y tu novio, Dani.
-Basta –detuve la conversación-. Pero dinos, Inés, ¿cómo estás? –y eso fue suficiente para que echara a llorar.



-Traje el helado –sonreí suavemente-. De suerte había en la refrigeradora. Esto mata toda la tristeza, Inés, yo misma lo he comprobado.
-Gracias, que linda –sonrió.
-¿Cómo puedes ser siempre tan dulce? –le preguntó Dani.
-No lo sé –se extrañó ella.
-¿Vemos una película? –ofrecí.
-Sí, pero de acción –pidió riendo un poco nuestra amiga dolida.
-Prometido.

Al final no encontramos ni una, así que decidimos ver la televisión. Estaban pasando realities tontos, pero los vimos de todos modos. Al menos eso haría que el ambiente se alivianara un poco.
Despertamos dormidas unas encima de otras. No habíamos querido hacer de la pijamada un gran alboroto por Inés, así que fue, en vez de un gran y cansado desvelo, una reconfortante noche de amigas.

-Regina, ya nunca me contaste si Antonio siguió buscándote –Bea decía esto mientras nos peinábamos.
-En realidad nunca me buscó, pero esa noche fue muy rara… Me agregó a Facebook.
-¿Y te ha hablado?
-Sí, un par de veces.
-¿Acaso no sabe de Pablo?
-Por supuesto que sí, hasta nos vio besándonos.
-Vaya, qué raro. ¿Quieres que hable con él para saber qué se trae? No mencionaría que lo planeé contigo, por supuesto.
-No, no importa. Si algo más pasa te cuento.
-De acuerdo.

Mi madre nos llevó a Antigua Guatemala ese día, una ciudad colonial llena de turistas y artesanías. Fuimos a misa temprano en La Merced y luego paseamos. Fue muy relajante y nos compramos pulseras típicas de todos colores. Yo aproveché y compré también un morral.

-¡Me encanta la Antigua! –exclamó Dani-. Más en Semana Santa cuando se llena de procesiones.
-A mí me gusta todo el tiempo. Mi tía tiene casa aquí –comentó Bea.
-Yo desearía poder decir que vivo aquí –intervine.
-Siempre lleno de gringos chulos, eso es lo mejor –rió Dani.
-¿Vamos al parque? –preguntó Inés, y todas accedimos.

El viaje de regreso fue divertido. Eran las cinco de la tarde y mi madre nos llevaría de regreso a Santa Cecilia. Puse el CD de Rihanna y no paramos de cantar en todo el trayecto.

-¡Rude Boy! –grité.
-Russian Roulette es mejor –dijo Bea.
-Eso es subjetivo –dije imitando a Pablo.

Llegamos a casa y mi mamá tenía que regresar. Nos despedimos, también de Sofía, y después entre amigas, pues algunas debían terminar tareas.

Resumiendo, fue un fin de semana espléndido.



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MIREN!! Les dejé un regalito!! Ojalá les guste el cap :D:D:D alaa pero me hacen un favor? COMENTE PLEASE! (: porfis!! hahahaha si comentan mucho, juro que publico más seguido. :D

Todos los lugares que aparecen en esta historia son reales, menos Santa Cecilia (el pueblo donde ellos viven). Ese si mega inventado, peroo inspirado en uno real que yo conozco. De ahí Antigua, Fontabella y todos esos sí son lugares de verdad aquí en Guate ^^.

Los amo! Bye (:

9 comentarios:

Yoxsveli dijo...

hulaaaa... bueno aqui de regreso.. ya lei el cap... esta muy lindo... a mi me gustan esos pueblitos antiguos siempre me ah gustado.. ahi demasiada historia en ellos... aqui hay muchos, yo vivo en uno jajajaj.. el tigre edo anzoategui aqui en venezuela... este pais tiene mucha historia y me encantaaa... xD...
bueno cuidate.. estamos en contacto.. no te pierdas eh.. XOXO.. Atte: Silvitax.. :-)..

Isla Supertramp dijo...

que te digo? ame el capitulo! como todos :) espero que escribas pronto eehh? ;)

Ell'snomore (애란) dijo...

jajaaj yo voy leyendo el blog como desde el cap 5 pero no me gustaba
mucho comentar
hasta hace poco hice cuenta en
google para poder hacer mi blog
& bueno siempre me ha gustado tu blog
me hacer reir jaja
fue uno de las primeras historias
que lei, enserio me F-A-C-I-N-A!

jajaja como que donde viven es inventado! D:
jajajaja ¿me dices que eh vivido engañada? jajajaja okno
sigue así la verdad me gusta mucho
y me deprimes pobre Isa T_T

publica pronto
B'sos♥

Karina dijo...

HOla!

se nota que son vacaciones no crees?

tenemos más tiempo para publicar...

peeero... (como odio esa palabra) yo tengo que acomodar mis cajones... (es un total fastidio) y no he podido publicar en mi blog......
abuuuuu!

jeje

dcambiando de tema...

ME E-N-C-A-N-T-Ó!!!


SIIIIII!


JEJE

ADIIIIIIOOOOS!

Unknown dijo...

Holaas!
Me encanto el cap!
Te comento rapidito xqe 0 time!
Besitoos!
Publicaa prontoo! :)

Geral dijo...

me encanto el cappp
q hermoxosss
me encanta papo♥♥
pobre de ines !!
T_T
q triste !!
pero menos mal q ya lo esta dejando pasar
jjejeje
wau q chevere la pijamada
pliss reneuva pronto
bye
xoxo
^^

Laura p dijo...

me encanto la parte del anillo
de papel... q hermoso :D

pobre ines :(...ojala se le
pase pronto

publica pronto
cdt :p

Valeria. dijo...

aaaaaaaaaaaaah*-*
quee beiiooo papoo:B
taan leendo err(LL)
pobre ines T.T
estaa destrozadaaaaa ):
de verdad que duele /:
ee isa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!DD:
noo porquee??!!
que dolooor con ella T.T
dimee que se va a salvar por favor!T.T
espero que publiques pronoto!
Cuidate, bss; Vaal<3

Meli R dijo...

Volvió el blog para chicas, espero que te des una vuelta. Un beso!